Objetivos y Metodología (PEA)

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

Durante más de dos décadas, el grupo de investigación de Ética Práctica y Democracia de la Universitat Jaume I ha destacado por integrar los conceptos de ética y responsabilidad social a través de la comunicación y participación de los grupos de interés. Con este fin, ha propuesto un modelo de responsabilidad social que garantiza su carácter de recurso moral y no meramente estratégico (García-Marzá, 2005). Para ello, la metodología desarrollada por este grupo durante más de diez años, y experimentada en numerosas empresas privadas y públicas, parte de la definición del carácter (ética) de la empresa, recogido en su correspondiente código ético, para, a partir de ahí, establecer un círculo virtuoso en el que la comunicación es el instrumento básico para la participación de los diferentes grupos de interés y en el que la memoria anual de responsabilidad social (o informe de sostenibilidad) constituye la pieza esencial para el diálogo y posible acuerdo entre todos los grupos de interés; es decir, para la coordinación de los diferentes agentes para generar confianza a través de la transparencia y la participación. La metodología desarrollada en la gestión de la RSC en empresas ha generado beneficios para las mismas en su relación con sus grupos de interés y, especialmente, les ha permitido contar con un conocimiento de sus expectativas que ha facilitado su anticipación o adaptación a las necesidades y cambios de la sociedad.

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En esta dirección, cabe destacar que el personal investigador del grupo de éticas aplicadas se ha especializado en la comunicación digital y en los nuevos medios digitales y sociales como herramientas de la comunicación corporativa de empresas y organizaciones. Esta capacidad de la comunicación para actuar como motor de tracción de la gestión de la ética y la RSC (mediante la integración de las expectativas de los públicos, la difusión de los compromisos adquiridos y la publicidad de los resultados finales) se ha visto especialmente reforzada en los últimos años gracias a las posibilidades de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y, sobre todo, de la web social o web 2.0 (Fernández, 2011).